La semana pasada fui a comer con un buen amigo, quien al finalizar la comida me dijo:
“No sabía si venir como amigo británico, latino o americano.”
Me explicó su taxonomía:
- El amigo británico es aquel que desde una postura de aprecio, critica a la otra persona con el objetivo de que mejore.
- El amigo latino es aquel que apapacha y se divierte.
- El amigo americano es aquel que hace negocios.
Me pareció extraordinaria esta forma de clasificar la perspectiva con la que abordamos las relaciones personales y profesionales, particularmente en contextos sociales como las comidas.
En nuestra cultura latina, suele costar trabajo hacer bien de amigo británico o de amigo americano. Cuando un latino quiere hacer negocios en un contexto social, usualmente cae en dos extremos. O termina sin concretarse nada por ser demasiado tímido y no ser asertivo, o termina siendo demasiado transaccional, generando rechazo.
Aunque hay que decirlo, algo que no le compro del todo a mi amigo es que la amistad americana sea algo exclusivo de Estados Unidos o de la cultura anglosajona.
De hecho, hay una subcultura de negocios latina donde hacer negocios en un contexto social es un elevadísimo arte.
Los restaurantes de Emilio Castelar, Reforma y San Angel en CDMX son centros de negocios de clase mundial.
Siendo originario de Monterrey, no es algo que se diera mucho allá hace 20 años (hoy se adopta cada vez más esa práctica en MTY, con todas las inversiones extranjeras, el intercambio comercial y cultural con todo el mundo y la disposición regia a visitar CDMX tanto como NY, Mcallen y Madrid).
Esa situación tuvo como consecuencia un gran shock cultural hace 16 años que llegué por primera vez a la CDMX. No podía creer como directivos, emprendedores, consultores y personas en los negocios podían pasar tanto tiempo en comidas y eventos sociales.
¿Cómo era posible que se pudiera ser productivo socializando tanto?
Claramente me equivocaba. Construir relaciones y mezclar lo social con los negocios es muy productivo y rentable.
Es a partir de cultivar relaciones que se pueden obtener los contactos necesarios para crecer un negocio, que se puede generar confianza para llevar una visión de negocio a la práctica y que se pueden articular (y cerrar) deals complejos y de alto valor.
Afortunadamente, tuve un par de mentores que con gran maestría me iniciaron, refinaron y potenciaron en este arte.
Considero que esta es una habilidad tan crítica para el éxito en los negocios y para el crecimiento en ventas que decidí escribir una edición de La Ruta del Capitán, mi newsletter impreso con principios para crecer en ventas, sobre ese tema. Se titula:
Cultiva relaciones, identifica oportunidades y crea un imperio.
Fue la tercera edición que publiqué de La Ruta del Capitán en Junio de 2024.
Ahí expongo los principios para desarrollar habilidades de un Dealmaker, algunos tips prácticos para ser más efectivo y cómo evitar los principales errores que pueden descarrilar tu carrera como Dealmaker en el mediano y largo plazo.
Este Diciembre vuelvo a abrir la oportunidad de que la puedas tener en tus manos físicamente, con sus 24 páginas de valiosísimos principios que he ido sistematizando los últimos 15 años.
Como Diciembre es el mes de mi cumpleaños, decidí facilitar el acceso a las ediciones previamente publicadas en condiciones favorables a quienes se suscriban a La Ruta del Capitán durante Diciembre.
Para conocer en qué consisten esas condiciones favorables, responde este correo con tu número de Whatsapp para compartírtelas por ese medio.
Las siete ediciones publicadas hasta ahora son:
- Iniciación a la muy rentable práctica de encontrar, perseguir y dominar Segmentos Atractivos de Mercado
- Cómo abrir presupuestos donde antes no existían
- Cultiva relaciones, identifica oportunidades y crea un imperio
- Cómo fomentar que prospectos te busquen por su propia iniciativa
- Cómo hacer tu producto o servicio más deseable con ofertas hiper-relevantes
- Utiliza tu tiempo estratégicamente y multiplica tu impacto
- Eleva tus márgenes con Precios Incomparables
La Ruta del Capitán es un newsletter impreso donde mes con mes envío una nueva edición a los suscriptores vía DHL a su casa u oficina. Ahí es donde publico los principios más avanzados de cómo crecer en ventas. Provienen de mi experiencia con clientes de mis servicios de asesoría y que también aplico en mi propio negocio. Son accionables, prácticos y potencialmente muy rentables.
Eso si, La Ruta del Capitán es una publicación cara y requiere disciplina para aplicarla.
En 2025 tengo grandes planes respecto a las ediciones, principios y la experiencia de ser suscriptor, por lo que es buen momento para suscribirse.

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