La reunión presencial estuvo del terror.
Joaquín comenzó la mañana con un traslado de 1 hora 30 minutos para llegar a las oficinas de su prospecto.
Una vez ahí, el prospecto lo recibió 45 minutos después de la hora acordada.
Durante la reunión, fueron interrumpidos por colegas y llamadas cada 10 minutos.
El internet era pésimo por lo que no pudo enseñar su demo ni utilizar su cotizador.
Hizo 2 horas de regreso a su casa.
Desperdició su día.
En un día normal de homeffice ve al menos 3 prospecto diferentes. Las reuniones siempre son puntuales. De forma muy efectiva demuestra su producto y produce cotizaciones al instante. La experiencia es mejor para su prospecto.
Joaquín ya se dio cuenta que no quiere regresar a la forma pre-pandémica de vender.
Tiene razón.
Ese tipo de reuniones presenciales están muertas.
Para siempre.
¿Eso quiere decir que vender cara a cara es cosa del pasado?
Ni cerca.
Las reuniones comerciales ahora son personales.
Para tener éxito, hay que recurrir a cafés y comidas.
Adiós a los lobos solitarios.
Adiós a la venta transaccional.
La buena noticia es que podrás multiplicar por 10 los resultados que tenías antes.
Las relaciones de confianza te permitirán encontrar oportunidades escondidas y crear soluciones que habiliten el futuro.
Ahora es posible apoyarte de un equipo que avance las oportunidades vía demos, assessments y presentaciones sin que estés presente.
Podrás automatizar las actividades repetitivas y gran parte del proceso comercial.
Ahora las ventas serán como siempre quisiste: auténticas y divertidas.
¿Qué estás haciendo para tener éxito en este nuevo mundo?