Hay una dinámica que veo en las organizaciones comerciales más efectivas que denomino la automatización oportunista.
Esta ocurre cuando la operación del día a día te va mostrando la pauta de qué automatizar/programar/optimizar.
Te comparto un ejemplo.
Un vendedor obtuvo el contacto de un posible cliente, al que posteriormente iba a invitar a su showroom.
En vez de escribir un correo personalizado y enviarlo, el vendedor redactó un template, lo cargó en el CRM y programó el envío desde ahí.
Este enfoque le tomó tan sólo un poco tiempo más a que si lo hubiera hecho sin pensar en automatizarlo.
Cuando esa situación se vuelva a dar, le tomará muy poco tiempo ejecutar esa acción, pues ya está el template pre-cargado. No tendrá ni que pensar qué decir.
Posteriormente, podrá utilizar ese template para programar un flujo de seguimiento o un workflow en su CRM para leads que cumplan con ciertos criterios.
Así mismo, esta automatización oportunista le permitió descubrir funcionalidades de su CRM y aprender a utilizarlas, lo que lo llevará más ideas de automatización oportunista.
Otro ejecutivo que lo vio hacer esto le pidió que le compartiera el template y que le mostrara cómo programarlo. Esa automatización ya no sólo se quedó en una persona sino que sirve de base para convertirse en una práctica organizacional.
El día a día de la operación comercial está llena de estas oportunidades.
Si lo dejas para después, para un proyecto más ambicioso, centralizado o estructurado, la automatización costará mucho más trabajo de implementar.
¿Adoptas esta práctica? ¿Automatizas de forma oportunista?

Raúl Santos
Asesor Estratégico de Negocios
Raúl Santos es asesor de negocios, fundador de Sail Away y creador de La Ruta del Capitán. Apoya a empresas de distintas industrias a encontrar y perseguir nuevas fuentes de crecimiento.

